Hotel Rural&Spa Las Nubes Albalate De Zorita, Albalate De Zorita

Este hotel es una joya escondida. La ubicación es espectacular, en la cima de un acantilado con vistas maravillosas al valle y al río. Las habitaciones tipo cueva son realmente únicas y ofrecen una experiencia de hospedaje inolvidable. La piscina y el área común son muy acogedoras, pero el área del baño podría ser un poco más privada. La atención del personal es muy buena, son amables y atentos, pero sería ideal que tuvieran un poco más de variedad en las opciones de cena.

Este hotel es una joya escondida con vistas impresionantes del valle y el río. Las habitaciones en las 'cavernas' son únicas y muy cómodas, aunque el baño podría ser más privado. El servicio es excepcional, siempre dispuesto a ayudar y hacer que tu estancia sea memorable. La experiencia gastronómica es deliciosa, con productos locales que realmente agradan. Sin embargo, es importante informar sobre la cena con antelación y el acceso puede ser un poco complicado.

¡Qué grata sorpresa! Este hotel se encuentra en una ubicación impresionante, en la cima de un acantilado con vistas espectaculares al valle del río. Me encantó la experiencia única de las 'cámaras en la cueva', aunque el baño era un poco básico y carecía de privacidad. El personal fue extremadamente servicial, lo que hizo que mi estancia fuera aún más agradable. La comida fue deliciosa, especialmente el desayuno. Sin embargo, el acceso puede parecer confuso al principio debido a la carretera de grava.

Este hotel es realmente un lugar especial, ubicado en lo alto de un acantilado con vistas impresionantes del valle y el río. Las habitaciones de la cueva son únicas y cómodas, lo que hace que la experiencia sea memorable. El personal es excepcionalmente servicial y amigable, siempre dispuesto a hacer que tu estancia sea placentera. Sin embargo, el baño podría ofrecer un poco más de privacidad y calidad. Las cenas se deben coordinar con un tiempo de anticipación, lo que podría ser un inconveniente para algunos.

Este hotel es realmente una joya escondida, ubicado en la cima de un acantilado con vistas impresionantes al valle del río. Las habitaciones tipo cueva son únicas y muy cómodas, ideales para quienes buscan una experiencia diferente. El personal es increíblemente atento y hace que la estancia sea agradable, aunque el baño podría ser un poco más privado. La cena y el desayuno destacan por su calidad, pero es importante avisar con antelación sobre las preferencias. En general, valió la pena la visita a este lugar encantador.